Entre los cuyes y la paella con guisantes

Tania y yo pusimos cara de poema cuando el guía de la barquita que nos llevó por toda la laguna nos informó que el nombre de Cuicocha, ese volcán activo cuyo cráter es ahora un lago, proviene de los cuyes salvajes que rondan sus islas centrales. "Eso hay que confirmarlo" -dijo Tania, con razón. Confirmado: cui-cuy, cocha-lago. Rápidamente se me vinieron dos cosas a la mente: cómo había estado diez años -desde la primera vez que vine- sin recordar el nombre de esta belleza natural, que ya nunca olvidaría, y el cuy que me comí en el restaurante de las afueras de Huaral aquel fin de año que pasé con Javier y su familia, y del que recuerdo las patitas abiertas y las uñitas incipientes.

Al salir hacia el norte de Quito e ingresar en Imbabura uno cree que el valle, la laguna de San Pablo y la ladera del volcán pueden tocarse con un dedo. De Cayambe a Cotacachi se llega dependiendo del tráfico y de las paraditas que se hagan, puesto que apetecen. Un poco más adelante queda Cuicocha. Si son dos, como nosotros, saltarán la fila de familias que sólo quieren abordar en masa la barquita para el tour. El canelazo de después es reparador. El lago está más alto que Quito; cuidado con la falta de oxígeno.

Tania decidió que la mejor opción para comer era bajar al pueblo para degustar las carnes coloradas de la señora Esther Moreno de Unda. No se equivocó. Es cerdo y lo sirven con arroz, aguacate, salsa de queso y una empanadita deliciosa. La señora Esther sonríe cuando le preguntan por el origen de las carnes coloradas: se inventaron en su local. "Si va usted por Madrid y le sirven carnes coloradas -argumenta, convencida de la posibilidad-, dígales que las originales están aquí". Yo pienso que no me extrañaría un día, paseando por las tabernas alrededor del Retiro, encontrarme "carnes coloradas de la señora Esther Moreno de Unda". Total, ya encontré en Madrid que servían, con toda normalidad, tapa de paella con guisantes, lo que puede resultar más alarmante que las uñitas de los cuyes. Cosas veredes.

Comentarios

Tania Arias ha dicho que…
Eran papitas no arroz... mi Ru. Si doña Esther leyera tu blog le da un infarto.
Lindas fotos de Cuicocha. abrazo
omar ha dicho que…
Tania decidió que la mejor opción para comer era bajar al pueblo para degustar las carnes coloradas de la señora Esther Moreno de Unda. No se equivocó. Es cerdo y lo sirven con arroz, aguacate, spanotes.org/biografia-de-carlos-oquendo-de-amat/

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